Según la Real Academia Española, la alopecia es la “caída o pérdida patológica del pelo”. El término proviene de la palabra griega “Alopex”, que significa “zorro”, en alusión a la caída periódica del pelaje de los zorros.
En otras palabras, podemos definir la alopecia en hombres como la caída prematura o ausencia de pelo en una o varias partes del cuerpo.
Actualmente la calvicie afecta a una buena parte de la población masculina situándose en cifras cercanas al 40%, sobre todo después de alcanzar los 40 o 50 años de edad, y en muchas ocasiones antes. Generalmente la calvicie viene generada por un tipo de alopecia androgénica o androgenética, que es heredada de nuestros antecesores en mayor grado a través de la rama paterna.
La alopecia tiene un desarrollo típico, el área mayormente afectada es la parte superior de la cabeza, sin embargo, la manera en la que se produce la caída es diferente en ambos sexos. La alopecia en hombres se hace mucho más notorio en la zona frontal y la parte superior de la cabeza al inicio, para después extenderse por la llamada coronilla y todo el cráneo superior.
Generalmente, después de la adolescencia se produce un incremento de las hormonas masculinas en la sangre que, en personas predispuestas genéticamente, generan una transformación y debilitamiento del cabello hasta que en un momento dado éste deja de crecer dando paso a la calvicie.
