Estas son las más comunes y es posible revertir la calvicie mediante tratamientos, pudiendo incluso curarse solas.
En las alopecias no cicatriciales, el folículo piloso, que es la glándula de la piel que promueve el crecimiento del cabello, no funciona correctamente, pero sigue con vida a no ser que la calvicie ya esté muy extendida (alopecia común o androgénica).
Podemos clasificarlas de la siguiente manera:
Alopecia androgénica: también conocida como alopecia androgenética, prematura o calvicie común. Es muy común en alopecia de hombres y rara vez se manifiesta en las mujeres.
Existen distintos grados de alopecia androgénica. Si padeces este tipo de calvicie, como la mayoría de los hombres, échale un vistazo a la Escala Norwood para saber cuán avanzada está tu alopecia.
La consulta de esta escala es útil para saber qué tratamiento puede darte resultados.
Gran parte de las terapias actuales consisten en inhibir la producción de los andrógenos, las hormonas responsables de la caída del cabello.
Es por eso que, si la calvicie avanza demasiado y los folículos pilosos mueren, es imposible revertir el proceso. Por eso, lo ideal es atacar la calvicie mientras los folículos sigan con vida.
Si ya es tarde para eso, el único tratamiento para la alopecia válido es un trasplante capilar, es decir, el trasplante de folículos vivos de otras zonas en la coronilla y las entradas.
Nuestra clínica especializada en injerto capilar para hombres en Barcelona está formada por un equipo de profesionales con una larga trayectoria y experiencia en múltiples casos de cirugía e injerto capilar. Ofrece una atención totalmente personalizada y una relación directa con los pacientes desde la primera visita, que es totalmente gratuita, en la que se evaluará e informará sobre la cirugía y tratamiento adecuado a cada caso. El objetivo es orientar al paciente sobre el tratamiento adecuado para que obtenga los mejores resultados y cumpla sus expectativas.
Así pues, si tu alopecia está ya en los grados 5, 6 o 7 de la Escala Norwood, deberás plantearte una intervención quirúrgica o resignarte y lucir tu calvicie con orgullo.
En este sentido, las mujeres son más afortunadas, ya que la alopecia androgénica femenina tan solo aparece en la parte delantera de cuero cabelludo, manteniéndose el cabello más ralo.
Tan solo en ocasiones muy extrañas la mujer llega a tener zonas totalmente despobladas como el hombre.
Alopecia areata: se manifiesta en forma de parches redondos totalmente despoblados en la cabeza.
Cuando el pelo del cuero cabelludo desaparece completamente, hablamos de Alopecia total (AT). En cambio, si el afectado pierde el pelo de todo el cuerpo, hablamos de Alopecia universal (AU).
No están claras las causas de este tipo de alopecia y todavía no existen tratamientos totalmente efectivos.
Para tratarla, se suelen emplear terapias con resultados parciales como la luz ultravioleta, corticosteroides tópicos, inyecciones de esteroides o agentes irritantes que estimulan los folículos y propician el crecimiento de cabello.
Alopecia traumática: la causan el uso de secadores de pelo, peines metálicos o cualquier otro elemento capaz de dar lugar a lesiones en el cuero cabelludo.
También puede darse si el paciente se arranca el cabello a sí mismo. Esto suele ser una patología conocida como tricotilomanía.
Alopecia difusa (Efluvio telogénico crónico): se trata de la pérdida de pelo causada por enfermedades crónicas, estrés emocional, fiebres o partos. En este último caso, la alopecia puede durar hasta 6 meses y luego recuperarse por completo.
Alopecia por drogas o fármacos: la vitamina A en grandes dosis, los citostáticos, antitiroideos, anticoagulates, el mercurio y el ácido valproico también son capaces de producir alopecia. Cuando la droga deja de consumirse, la calvicie desaparece.
Alopecia por enfermedades sistémicas: de origen endocrino, infeccioso, Lupus eritematoso o déficit nutricional.
Alopecia por síndromes hereditarios: en el caso de la atriquia congénita, el individio carece de pelo.
También la encontramos en la alopecia triangular temporal, en el síndrome de la pérdida del cabello en anagén, en la hipoplasia del pelo y el cartílago, en el síndrome de Menkes, en la displasia ectodérmica anhidrótica y en el síndrome tricorrinofalángico.
